El cierre de un Museo es un auténtico insulto a la inteligencia y más cuando funciona bien como es el caso del Museo del Traje. Cuando los resposables de su cierre son políticos a los que se ha dado en llamar progresistas y que verían con buenos ojos el acercamiento de la cultura para todos, el dislate es monumental.
Estamos contra la restricción de la oferta cultural y contra aquellos que teniendo que defender nuestros bienes culturales no lo hacen.

6/17/2008

UN BUEN MUSEO CONDENADO A LA DESAPARICIÓN

He necesitado unos días para asimilar lo inasimilable: el MUSEO DEL TRAJE DESAPARECE.
El Museo del Traje es joven, “un niño”; tiene cuatro años. Si ya es como es y ha llegado donde ha llegado ¿Cómo sería si le dejasen “crecer”, cuando fuese maduro como tantos otros?
Es un museo vivo, cambiante, diseñado para interactuar con los visitantes, enseñarles, divertirles, hacerles soñar por ese “túnel del tiempo” que es su Exposición Permanente (sí, un túnel a través de la Historia, señores Ministro de Cultura y Director General de Bellas Artes). Es un Museo que no se ve en un solo día: no me refiero a su espacio, a que no puedas recorrerlo en unas horas, como pasa con tantos otros, sino a que, de verdad, cambia, porque lo hacen las piezas expuestas y porque el enfoque puede ser tan diverso que cada tipo de visita, de las 7 diferentes con que cuenta, hacen que la visita de un día sea distinta a la del anterior.
Efectivamente, la indumentaria se puede enfocar desde diferentes puntos de vista: histórico, literario, artístico, tecnológico, médico…, o en relación con la evolución del papel social de la mujer, con la Alta Costura y los nuevos diseñadores…
También cambian los talleres –de pequeños y mayores-, las conferencias, los cursos, las exposiciones, etc.
No puedes decir, como de otros museos, “¡Ya lo he visto!”. Parafraseando a Heráclito: “Nunca visitarás dos veces el mismo Museo del Traje”.
El último tipo de visita versará sobre la moda y la Alta Costura, pero ya no tendrá sentido si la separamos de la parte histórica; de sus raíces.

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