El cierre de un Museo es un auténtico insulto a la inteligencia y más cuando funciona bien como es el caso del Museo del Traje. Cuando los resposables de su cierre son políticos a los que se ha dado en llamar progresistas y que verían con buenos ojos el acercamiento de la cultura para todos, el dislate es monumental.
Estamos contra la restricción de la oferta cultural y contra aquellos que teniendo que defender nuestros bienes culturales no lo hacen.

6/27/2008

LOS MUSEOS SON PATRIMONIO DE TODOS

Los museos son fuente de cultura y esta es una forma de satisfacer una de las más importantes necesidades de los miembros de una determinada sociedad. Si esto es así (con la futura desaparición del Museo del Traje y otros ya cerrados) el actual equipo del Ministerio de Cultura nos está escamoteando la posibilidad de satisfacer nuestras necesidades... nos está empobreciendo y está atacando al derecho de todo español a la cultura y está ocultando estúpidamente el patrimonio que pertenece al pueblo español, no al Gobierno de turno por muy progre que pueda parecer éste.
La descentralización que alguna vez se ha mencionado está bien pero no a costa del desmontaje y/o desaparición de los museos existentes y que funcionan. Respeten lo que existe y descentralicen creando nuevos museos, lo que sería una forma de enriquecer a la sociedad y crear, por poner un sólo ejemplo relativo a la economía, empleo.

6/26/2008

MUSEO DEL TRAJE. CENTRO NACIONAL DE MODA

¿Por qué no?
Para que el Centro Nacional de Moda tenga sentido no puede prescindir de la indumentaria histórica.
La indumentaria histórica, lazo de unión entre el presente y el pasado, es el fundamento, la base para que los estudios de diseño no se conviertan en algo vacuo, sin raíces, y sean serios y rigurosos. Opinión compartida por los distintos agentes del sector de la moda; en este mismo blog podemos encontrar alguno. Así, dice un estudiante de esta especialidad: “La profesión de diseñador sigue sin ser tomada en serio en este país. Por eso quitan la mejor escuela: el Museo del Traje”.
También estudiantes de otros países manifiestan su sorpresa, incomprensión y decepción por el cierre de un Museo que consideran fundamental para estos estudios: “imposible to find anywere else”.
Incluso Pedro Moreno, uno de los asesores del Museo y reconocido figurinista, dice que los que se dedican al oficio de diseñar “van a tener, como nosotros en la época franquista, que volver a acudir a los museos franceses, y británicos, para poderse documentar, sobre lo que aquí nos han vuelto a meter en cajas”.
Solo en el año 2007, en el Museo, 41 eventos han sido organizados por diferentes instituciones docentes: Centro Superior de Moda, Escuela de Arte nº 2, Istituto Europeo di Design, Instituto Superior de Empresa y Moda.
Como dice la asociación de Amigos del Museo del Traje, ¿por qué no tomar como punto de partida una institución como el Museo del Traje, dinámica, abierta y eficaz? ¿Por qué truncar un proyecto como el de este Museo, precisamente ahora que se encuentra en un momento de gran vitalidad y efervescencia?

6/18/2008

FERNANDO PREGUNTA AL MINISTRO

Estimado Ministro Molina (todavía, que la estima se puede perder):
No sé si ha leído el comunicado de la AAMT, ni siquiera si ha estudiado personalmente la trayectoria de este Museo, en mi opinión de los que mejor justifican la existencia del Ministerio que dirige. Le animo a que lo haga, y después, a que me conteste a esta sencilla pregunta:¿Existe una sola razón para cerrar el Museo del Traje?
Con mi respeto (todavía, que el respeto hay que ganárselo),
Fernando

VESTIR UN BEATO DESVISTIENDO UN SANTO

¿Existen empresas que despiden a sus empleados más fieles y comprometidos, relegan a sus Directores más entregados y que obtienen los mejores resultados, y malgastan sus recursos dilapidando sus activos?
Difícilmente entre las de capital privado, que estarían pronto en situación de quiebra. Pero nuestro Ministerio de Cultura se lo puede permitir: ya ha desmantelado el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología y está a punto de hacer lo propio con el Museo del Traje.
Todavía me queda una esperanza: que el Ministro responsable deje de atender “razones” no justificadas de reparto geográfico, o de vestir un beato desvistiendo un santo, y mantenga y apoye el Museo del Traje, que es el que más ha crecido y más satisfacciones ha dado a los amantes de la Cultura en los cuatro años de su existencia.

CULTURA VERSUS INDUSTRIA

Me resulta paradójico que el Ministerio de Cultura se dedique últimamente a hacer el trabajo del de Industria, Turismo y Comercio. Lo digo por su reciente creación de un Centro de Moda, a la par que desatiende sus obligaciones con el Museo del Traje, que sí es de su competencia.Si siguen así las cosas, no me extrañaría que en el anunciado retoque ministerial del 2010 el Ministerio de Cultura desaparezca, dado que va perdiendo funciones y razón de ser.Espero que no se confirmen los rumores de desaparición del Museo del Traje, una de las pocas instituciones de Cultura que se esfuerza cada día en hacerlo mejor.

6/17/2008

UN BUEN MUSEO CONDENADO A LA DESAPARICIÓN

He necesitado unos días para asimilar lo inasimilable: el MUSEO DEL TRAJE DESAPARECE.
El Museo del Traje es joven, “un niño”; tiene cuatro años. Si ya es como es y ha llegado donde ha llegado ¿Cómo sería si le dejasen “crecer”, cuando fuese maduro como tantos otros?
Es un museo vivo, cambiante, diseñado para interactuar con los visitantes, enseñarles, divertirles, hacerles soñar por ese “túnel del tiempo” que es su Exposición Permanente (sí, un túnel a través de la Historia, señores Ministro de Cultura y Director General de Bellas Artes). Es un Museo que no se ve en un solo día: no me refiero a su espacio, a que no puedas recorrerlo en unas horas, como pasa con tantos otros, sino a que, de verdad, cambia, porque lo hacen las piezas expuestas y porque el enfoque puede ser tan diverso que cada tipo de visita, de las 7 diferentes con que cuenta, hacen que la visita de un día sea distinta a la del anterior.
Efectivamente, la indumentaria se puede enfocar desde diferentes puntos de vista: histórico, literario, artístico, tecnológico, médico…, o en relación con la evolución del papel social de la mujer, con la Alta Costura y los nuevos diseñadores…
También cambian los talleres –de pequeños y mayores-, las conferencias, los cursos, las exposiciones, etc.
No puedes decir, como de otros museos, “¡Ya lo he visto!”. Parafraseando a Heráclito: “Nunca visitarás dos veces el mismo Museo del Traje”.
El último tipo de visita versará sobre la moda y la Alta Costura, pero ya no tendrá sentido si la separamos de la parte histórica; de sus raíces.

6/15/2008

LO LLEVAN AL MATADERO

¡Qué significativo, qué expresivo!
Si solo fuera que lo cambian de sitio… ¡Pero no! sacrifican el Museo del Traje, porque sacrifican una parte de él (la indumentaria histórica). Deja así de ser “museo” para convertirse en otra cosa, en un “centro”. En definitiva: ¡DEJA DE EXISTIR EL MUSEO DEL TRAJE! (“al pan, pan y al vino, vino”, que diría un popular refrán) y empieza a existir el Centro de Moda que tanto ilusiona al Ministro de Cultura y al Director de Bellas Artes. ¡Sorprendente cuanto menos!
¿Qué hay detrás?

LOS ¿DEFENSORES? DE LA CULTURA CIERRAN EL MUSEO DEL TRAJE

¡QUE NOS LO QUITAN!
Era el grito del pueblo de Madrid, en 1808, cuando veía cómo los soldados franceses intentaban llevarse al infante Francisco. Es curioso que en estos días, 200 años después, podamos decir eso mismo, pero no por un infante sino por el Museo del Traje.
Los enemigos muchas veces están dentro; los enemigos de la cultura, en este caso. Porque la indumentaria histórica es cultura y este Museo posee una colección de gran valor, por su excelente calidad y abultado número de prendas y complementos, que no puede -no debe- volver a ser guardada en cajas.
Es difícil dar crédito a que un museo como éste, reconocido internacionalmente, y envidiado, vaya a ser desmontado ¡Es descabellado! ¡Inaudito! ¡Una infamia a la cultura!
¡Cuántos museos de indumentaria de otros países darían lo que fuera por tener la mitad de los fondos que tiene el Museo del Traje!

UNA AUTÉNTICA CACICADA, SE CIERRA EL MUSEO DEL TRAJE

El cierre del Museo del Traje es una auténtica cacicada que obedece a razones oscuras que apuntan a un ajuste de cuentas político, pues el Museo es obra de Pilar del Castillo, Ministra de Cultura del último Gobierno del PP. Otra razón, más material, está en la posibilidad que se tiene de cambiar con la Complutense el actual edificio del Museo por el de Estadística, que el Gobierno necesitaría para ampliar Presidencia del Gobierno. Abundando en las razones, otra sería la obsesión que nuestro Ministro de Cultura tiene por crear un Centro de Moda y Diseño (todos tenemos un narcisito dentro), fuertemente apoyado por un grupo de diseñadores a los que no les interesa en absoluto la historia de la indumentaria.
Al margen de lo señalado me han llegado rumores de que el director del Museo ha presentado su dimisión, seguramente bajo presiones innombrables; si es así el futuro nos lo dirá. En este escenario que estamos mostrando el siguiente paso sería ir dejando languidecer poco a poco el Museo, bien por medio del consabido ¡no hay dinero!, o bien restringiendo su actividad hasta hacerlo morir de pena... Mientras tanto ganarán tiempo para habilitar las dos sedes (Teruel y el Matadero de Madrid) para acoger los fondos existentes en la actualidad en el Museo del Traje.
Apuesto algo bueno a que la colección de indumentaria histórica del Traje acaba durmiendo otra vez en anónimas cajas.

6/11/2008

DERECHO A LA CULTURA

Derecho a la cultura.El Museo del Traje no puede tener el triste final de los condenados al ostracismo o, peor, a la desaparición física. Su fin dejaría vacío un espacio (al que todos tenemos derecho) pensado para la reflexión, el aprendizaje y el sueño. Por él pululan, personificados en sus trajes, los personajes más variopintos de la historia: Josefina con su “vestido camisa”, la Regenta con su polisón, Madame Pompadour con su “bata”, Felipe II o Cervantes con sus cuellos de lechuguilla, Quevedo con su cuello de golilla, el Conde Duque de Olivares con sus calzones o, por no abundar en el inmenso caudal cultural que ofrece el Museo del Traje, Isadora Duncan con uno de los hermosos delphos de Mariano Fortuny.La falta de sensibilidad que manifiesta el responsable de la decisión de la desaparición del Museo del Traje le hace inadecuado para dirigir el Ministerio de Cultura: la cultura no se reduce a la concepción de un determinado individuo con sus filias y fobias; a la Cultura hay que apoyarla y respetarla y no tratar de cercenarla, limitarla o hacerla invisible, como, con todos los respetos, este señor pretende.Nos privan de un escenario apropiado para hacer y entender la Historia y, se pierde e infravalora el trabajo de tan buenos profesionales que nos hacen posible este sueño histórico y social.

SOBRE LA DESAPARICIÓN DEL MUSEO DEL TRAJE

PROCESO ALQUÍMICO VERSUS VENDER LA MOTO.Por alquimia se entendía el arte de la transmutación de metales imperfectos en oro. Es ciencia un tanto brujeril, personificada en estrafalarios personajes que ejercen el arte de vender plomo por oro. Pues bien algo similar está ocurriendo con los aprendices de alquimista que integran nuestro Gobierno… Sin duda que han encontrado la piedra filosofal, la transmutación del paupérrimo metal en el deseado oro: han cambiado el único museo existente en el país dedicado a la indumentaria histórica, y también actual, por una ABSOLUTAMENTE necesaria instalación administrativa para La Moncloa.A esto se le llama política cultural, cocida en las redomas del laboratorio del gobierno socialista (lo digo yo que durante tantos años he votado al PSOE), planificada por un ministro que se dice de Cultura y apoyada ¡claro está por el muy “progre” Zapatero!Es increíble que un Gobierno que, teóricamente, es abanderado de la cultura lleve a cabo la felonía del cierre de un centro cultural tan importante y reconocido como el Museo del Traje… Es inaceptable que el Sr. Molina acepte esta situación.Nos quitan un lugar dedicado a la cultura, que ya funciona como pocos, y se nos acusa a los particulares que nos preocupamos por el asunto y los miembros de la, hasta que no se demuestre lo contrario, muy honorable Asociación de Amigos del Museo del Traje, de manipular y mentir. Me temo que eso es lo que están haciendo los responsables de ese Ministerio mal llamado de Cultura, concretamente el Sr. Director General de Bellas Artes, que con labia alquímica, incurrió, en un acto en el Museo del Traje, en sucesivas contradicciones, intentando vender que aquí no pasa nada, que le interesa muchísimo el Museo del Traje… Por eso van a repartir sus colecciones entre un centro de moda de nueva creación y el Museo Nacional de Etnografía. Conclusión: actividad alquímica en estado puro; venden guijarros por oro.¿Creerán que somos imbéciles?

6/02/2008

DEFENDER LA CULTURA

El Museo del Traje no puede tener el triste final de los condenados al ostracismo o, peor, a la desaparición física. Su fin dejaría vacío un espacio (al que todos tenemos derecho) pensado para la reflexión, el aprendizaje y el sueño. Por él pululan, personificados en sus trajes, los personajes más variopintos de la historia: Josefina con su “vestido camisa”, la Regenta con su polisón, Madame Pompadour con su “bata”, Felipe II o Cervantes con sus cuellos de lechuguilla, Quevedo con su cuello de golilla, el Conde Duque de Olivares con sus calzones o, por no abundar en el inmenso caudal cultural que ofrece el Museo del Traje, Isadora Duncan con uno de los hermosos delphos de Mariano Fortuny.La falta de sensibilidad que manifiesta el responsable de la decisión de la desaparición del Museo del Traje le hace inadecuado para dirigir el Ministerio de Cultura: la cultura no se reduce a la concepción de un determinado individuo con sus filias y fobias; a la Cultura hay que apoyarla y respetarla y no tratar de cercenarla, limitarla o hacerla invisible, como, con todos los respetos, este señor pretende.Nos privan de un escenario apropiado para hacer y entender la Historia y, se pierde e infravalora el trabajo de tan buenos profesionales que nos hacen posible este sueño histórico y social.